Es indudable que los animales tienen una influencia importante en el desarrollo emocional de los niños, de allí que los más pequeños gustan de ver representadas a sus mascotas predilectas hasta en la decoración de su dormitorio.
Perros, gatos y aves suelen ser las mascotas más comunes que los niños adoran tener como compañeros de juego. Se familiarizan con ellos desde muy pequeños porque estos animales están representados en los juguetes de Angry Birds y otros muchos productos infantiles.
Sin embargo, cuando el niño pide a sus padres tener una mascota es necesario que tenga edad suficiente para comprender que deberá responsabilizarse por ella en determinadas cuestiones como sacarla a pasear o darle de comer, cambiarle el agua diariamente y también jugar.
Para el niño tener una mascota es también una forma de confirmar su amor, algo que verá reflejado en el cuidado, atención y amor que también verá retribuido por el cariño del animal. Por eso, cada vez son más las familias concienciadas de incorporar una mascota a sus casas y hacerla ser parte de la familia, ¿no crees en los beneficios de las mascotas?
Estrés y ansiedad disminuyen de manera importante en niños que tienen problemas de conducta o de atención, además de mejorar su estado de ánimo e incentivar al niño a dejar de lado una vida sedentaria gracias a los juegos y paseos con su animal de estimación.
Muchos niños llegan a mejorar ostensiblemente su vida social y de relación con su entorno gracias a convivir con una mascota, sumándose a esto que la participación de toda la familia en tareas como alimentación, paseo diario y hasta el baño aumenta la posibilidad de una mayor interacción entre los miembros de la familia.
