Cómo cuidar a tus ardillas

Ardillas cuidados

Las ardillas son unas de las mejores mascotas que podemos tener en nuestra casa. Son divertidas, pequeñas y fáciles de cuidar. Sin embargo tenemos que tener en cuenta ciertos recaudos porque muchas veces resultan ser un tanto escurridizas para aquellos que no están familiarizados con las mismas. Pero por fortuna y a diferencia de la mayoría de los roedores, tienen hábitos y costumbres de día por lo que es fácil ver qué es lo que hacen para pasar el tiempo.

La mejor opción para tener una ardilla no es cazarla en el monte, sino conseguirla en una tienda de mascotas o en un criadero, que usualmente ya están acostumbradas al trato y al manejo humano, haciendo mucho más sencilla la tarea de la manipulación además de asegurarnos su estado de salud que será libre de enfermedades.

Si las vamos a tener, tenemos que saber que necesitan mucho espacio para poder trepar de aquí a allá y además deben poseer un buen lugar donde ocultarse. En cuanto a su alimentación, las ardillas son omnívoras, quiere decir que se las puede alimentar con verduras, nueces, maní, semillas para ardillas o loros, bloques para ratones, hiervas, frutas y hasta algún que otro pedacito de carne puesto que no es raro verlas atacando algún pichón recién nacido de ave.

Es importante no darle demasiada cantidad de comida, porque suelen guardarla para después como toda buena ardilla, corriendo el riesgo de que se pudra y se intoxique con la misma. Para el momento de alimentarla, lo mejor es tener un compartimento por donde pasar la comida, sin abrir la jaula porque son muy escurridizas y podría escaparse fácilmente.

Una regla básica es nunca tener una ardilla en un acuario de vidrio, puesto que necesitan trepar, por lo que siempre es conveniente tener una jaula con paredes y techo que sean de alambre, pero no muy fino para que no lo puedan roer con sus poderosos dientes delanteros.

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