El gato Siamés, un hermoso y sofisticado ejemplar

siames

Existen muchas razas diferentes de felinos, pero podemos decir que los gatos siemeses se han convertido de a poco en ejemplares “de culto”, ya que su porte y sofisticación los llevan a ser de los elegidos por una gran cantidad de personas como mascotas. Provenientes del antiguo reino de Siam, lugar que en la actualidad ocupa Tailandia, fueron llevados alrededor en 1880 hacia Inglaterra y 10 años después a Estados Unidos.

Son gatos del tipo oriental, con una estructura estilizada, delgados y con extremidades largas, características las cuales se han ido acentuando a través del tiempo. Su cabeza es de forma triangular, y tienen orejas grandes terminadas en punta. Una particularidad es el hecho de que tienen una nariz larga y en línea continua con la frente, característica que también se ha acentuado en el último tiempo.

No cuentan con pelo muy largo: su pelaje es suave y corto, y bastante adherido al cuerpo. Lo que hace que su pelo se torne algo denso es el hecho de que estos animales suelen tener una importante cantidad de subpelo. En cuanto al color, lo principal en la tonalidad del pelaje es que los siameses tienen un esquema de color regido por un gen de la línea albina; es por este gen que las extremidades, cola, cara y orejas se vuelven más oscuras, y el resto del cuerpo es de un color beige, casi blanco.

El gen de la línea albina que altera el pelaje, también genera cambios en el nervio óptico, produciéndole a este tipo de felinos estrabismo (desviación del alineamiento de un ojo en relación al otro) y nistagmo (movimiento involuntario e incontrolable de los ojos).

En cuanto a su carácter, puede decirse que son gatos muy activos y sociables, que suelen maullar muy a menudo en una tonalidad muy grave, sobre todo en los períodos de celo.

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