En ocasiones, quien tiene un gato, sabe que hay veces en las que se vuelve más arisco, que no quiere que lo toques o incluso pilla la primera oportunidad para escaparse y no vuelve hasta un par de días después.
Esto es la independencia de los gatos, algo que les puede suceder y hace que tengamos que tener cuidado si no queremos que salga. No es algo malo pero como las personas, necesitan su tiempo para volver a la rutina normal.