Los reptiles sufren de enfermedades que son muy típicas en este tipo de animales. Es muy difícil prevenir este tipo de problemas, aunque se pueden llevar adelante algunas cuestiones para hacer que las enfermedades no se hagan presentes. A lo largo del artículo iremos dejando la información sobre los inconvenientes más clásicos que suelen atravesar los reptiles.
El estrés es uno de ellos. Hay que considerar que este tipo de mascotas no son los más cariñosos, sino que no muestran su afecto con el dueño. Ante esta situación, el propietario del reptil puede olvidarse de sacarlo del terrario para acariciarlo, mostrárselo a todas las visitas o alimentarlo de la forma más correcta. Ante este contexto, la iguana, el camaleón o la serpiente se va a sentir desgastado, estará apático sin alimentarse y sin moverse de un sitio, hasta morir a causa del estrés.
También se nos pueden presentar problemas digestivos. Estos se dan cuando se producen componentes nutritivas como consecuencia de no ofrecer la dieta más apropiada para cada especie, junto a los diferentes suplementos vitamínicos. Todos ellos se tienen que dar apropiadamente, para no sufrir problemas con nuestro reptil.
Las heridas y las lesiones también son una cuestión en la que debemos prestar mucha atención. Los ácaros y los gusanos intestinales, o conocidos científicamente como ectoparásitos o endoparásitos respectivamente, le producen un gran mal sobre nuestra mascota.
Por otro lado, las mudas de piel anormales pueden resultar muy graves en los reptiles. Los que se encuentren en óptimas condiciones tienen que mudar completamente la piel varias veces al año. Este proceso se produce sólo y la piel se va perdiendo. Pero esto termina en pocos días. Si todo esto se extiende durante más de una semana, ya hay que empezar a preocuparse.
