Hace años, yo no era partidiaria de darle a un perro pienso para comer porque veía que esa cosa con un olor fuerte no era tan saludable como un buen trozo de carne cocida, y de hecho la mayoría de mis perros se han criado así, con comida casera y no con pienso.
Sin embargo, el pienso, siempre y cuando sepamos escoger bien y no nos vayamos a las marcas más baratas (por algunos de los ingredientes que contienen), es más saludable y beneficioso para los animales, sin que por ello no se les pueda dar, de vez en cuando, algún que otro premio en comida.
Hay perros que son muy especiales para los piensos; por ejemplo, mi perra, a pesar de ser una pastora belga, de tamaño medio, no tolera que su pienso sea muy grande, quizás porque le duelen los dientes, o por otros motivos; el caso es que me tuvo buscándole un pienso durante meses hasta que por fin encontré uno sano para ella y bueno para mi bolsillo. Así que si véis que podéis conseguir una muestra del pienso antes de comprar un saco, será lo mejor, no os vayáis a encontrar con todo el saco entero y sin poder devolverlo.
