Salamanquesas o Geckos

Las Salamenquesas son conocidas también como Geckos y son unos pequeños reptiles parecidos a las lagartijas y los lagartos, pero mucho más inofensivos y divertidos que éstos últimos.

Una de las principales razas de Geckos para principiantes es la llamada “Hemitheconyx caudicinctus”, puesto que presenta un cuerpo muy robusto, lo cual lo hace mucho más resistente a las manipulaciones del dueño, especialmente para aficionados o para quienes quieren tener una Salamanquesa por primera vez. Usualmente se lo conoce como el “Gecko de cola gorda” o el “Gecko de dos cabezas”. Se sabe que es originario del oeste de África, pero en la actualidad es muy fácil conseguirlo en la mayoría de los reptilarios y criaderos de reptiles.

Este tipo de Gecko tiene muchos parecidos con el Gecko estilo leopardo, aunque es mucho más tímido y huidizo que éste último. Su cabeza es bastante grande con respecto al resto de las especies y cuenta con una cola bastante gorda que le permite camuflar su cabeza, juntándola con su extremidad anterior, evitando que los depredadores encuentren la misma y sea atacado.

Cuando ya es adulto alcanza un tamaño que va entre 18 y los 25 centímetros y aunque no se conoce demasiados casos, se cree que pueden llegar a vivir hasta 20 años, dependiendo del tipo de cuidados que se le de y sobretodo la genética antepasada del animal, es decir, el pedegree del reptil (aunque los reptiles no tengan pedegree).
Para poder tener un Gecko es importante contar con un terrario bastante amplio, especialmente en cuanto al largo horizontal por sobre el vertical. Se recomienda que para tener una pareja, las medidas mínimas son de 40 centímetros de alto por unos 50 de fondo y 80 centímetros de largo.

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