Es hermoso poder contar con la compañía de una mascota. Su fidelidad, cariño y compañerismo hacen que uno se sienta más feliz todos los días, desde que nos levantamos y sus ojos nos miran como dándonos los buenos días, hasta la hora en que nos acostamos y se apuran por saludarnos con alguna gracia, o a veces hasta un lenguetazo, deseándonos a su manera dulces sueños.
Si su preferencia en cuanto a mascotas se inclina más hacia la raza canina, un perro muy amigable y de buen temperamento que seguramente será de su agrado es el Bull Terrier, un ejemplar de origen inglés y que nació de la cruza de las razas ya extintas, el Old English Bulldog y Old English White Terrier.
Son perros que necesitan una serie de determinados cuidados, que son fundamentales para lograr que estén sanos, y en forma.
Al ser un perro que cambia su pelaje dos veces al año, debemos eliminar el pelo muerto que quede arraigado en su cuerpo, mediante un cepillado que debe tener una frecuencia diaria. Este procedimiento es posible realizarlo con la ayuda de un guante especial de goma, o un cepillo de cerdas.
Además, este tipo de perros tienen oídos delicados, que deberán ser cuidados mediante la limpieza constante con gasas de algodón. De esta forma, evitaremos que algunos tipos de ácaros les produzcan alguna infección a nuestra mascota.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que para que nuestro bull terrier se encuentre en forma, es vital que desarrolle al menos dos horas de actividad diaria, lo que evitará que este bello ejemplar engorde.
Además de este tipo de flagelos cotidianos que deben combatirse, se debe estar alerta de las enfermedades hereditarias de este tipo de raza, como por ejemplo la opacidad del cristalino, que se manifiesta luego del nacimiento y afecta a los dos ojos, existiendo una única solución para tratarla: extraer el cristalino.
