Ahora que el invierno parece que esta llegando a su fin quizás te des cuenta de que tu tortuga tiene el caparazón demasiado blando, un síntoma de que puede estar enferma, aunque también es debido a no comer en muchos meses.
Para este mal existen unas gotas que se le echan al agua cada vez que se cambian para ayudarlas a recuperar la fortaleza en el caparazón. Cuestan uno 5 euros y puedes encontrarlas en las tiendas de animales.