Cuando los partos no van bien

Supongo que todos nuestros lectores que nos leen se habrán dado cuenta de que esta semana pasada hubo muy poco contenido. El motivo de esos días sin publicar fue más bien personal, debido a que mi perra estaba preñada y en esa semana salía de cuentas con lo que había que vigilar los cachorros, el embarazo, y demás.

Mi perra, una pastora belga, tiene 5 años, una edad que podríamos decir que no es demasiado vieja para tenerla tan en cuenta como otras, pero el caso es que intuía que me iba a dar problemas, y no veáis cuáles fuera.

Se puso de parto el 14 de febrero (día de los enamorados), justo el día en que cumplía (60 días) y claro, ya esperábamos que aparecieran los cachorros. Sin embargo a las 12 de la noche no había nada así que nos acostamos para que estuviera más tranquila.

Sin embargo, a las 8.30 de la mañana, cuando salí a verla, me encuentro con una situación increíble, un cachorro llorando, y otro muerto (no sabemos las causas).

El caso es que, por las radiografías, iba a tener 4, así que el hecho de que no aparecieran más nos dejó muy preocupados, tanto que, a media mañana, hubo que llamar a la veterinaria para que viniera de urgencia (y consiguiente cesárea).

El resultado ahora es que de los cuatro cachorros dos han sobrevivido pero están muy débiles y la veterinaria no cree que se salven. La perra está más o menos bien pero también muy débil así que digamos que tengo un hospital en casa.

Cuando pueda cuelgo fotos de los cachorros (macho y hembra).

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