En esta ocasión nos vamos a ocupar de los celos de los perros, gatos y demás animales porque, aunque pensemos que no, los animales también tienen celos.
Por ejemplo, imaginad que teneis sólo un perro y os regalan un cachorro. Eso quiere decir que vuestro cariño y mimos lo van a compartir entre los dos. Pero puede ser que tu perro, el que tenías, no lo acepte, sólo te quiera para tí, y se vuelva peligroso, que puede llegar a ocurrir.
¿Qué hacer entonces? Pues se puede probar intentando darle más cariño a él que al cachorro, preocupándote más por él que por el otro y prestándole más atención.
No es que al cachorro lo dejemos sin más pero, delante del perro, mejor no hacerle mucho caso e ir poco a poco demostrándole que el que haya entrado alguien nuevo no significa que no le queramos.
Sin embargo, puede ocurrir que esto no funcione. En ese caso, y siempre que sea posible, podemos hacer que el cachorro viva temporalmente en otra casa y lo vayamos trayendo cada poco tiempo (una hora al día, luego dos, etc.) hasta ver si se acostumbra a tenerlo cerca y a que nosotros estemos con los dos.