Un roedor en el hogar es una mascota muy típica que se pueda encontrar en un recinto. Esto se debe a que con un mínimo cuidado se la puede mantener en óptimas condiciones. Los roedores son los animales de compañía más clásicos, ya que la gran mayoría de ellos suelen ser cariñosos y muy juguetones. Además, son muy fieles a sus dueños. Pero hay muchas variedades que se pueden encontrar, las más comunes son un perro o un gato, aunque también se pueden encontrar peces encerrados en peceras. Los roedores se caracterizan por tener la sangre caliente y nos ofrecen un contacto que es más cálido y más íntimo.
Estas son las virtudes que más sobresalen ante los niños, ya que ellos los agarran con la mano, son calientes y suaves. Además, cuentan con una serie de ventajas ante animales de mayor tamaño, como puede ser un perro o un gato.
Estas son que solo se necesita de una dieta sencilla, y la misma debe estar basada en una comida de bajo costo. No obstante, se necesita de alojamientos de pequeño tamaño que requieren de poco trabajo para la limpieza y el mantenimiento. Por otro lado, también suelen ser muy fuertes de salud, y por lo general sufren muy pocas enfermedades. Si no se los deja solos es muy simple prevenir accidentes que estos puedan sufrir.
Otra cuestión que es importante es que no se cambia la vida de la familia. Si viven en la habitación de los chicos, los padres no van a notar su presencia, y no generarán ninguna molestia.
Por último, hay que decir que se los puede dejar varios días sin atender. Esto es clave si tenemos la intención de hacer un viaje corto. Además, ningún amigo nos va a rechazar el cuidado por un tiempo de ellos, siempre y cuando se los entregue con la jaula limpia.
