Cuando nos regalan un perro o bien cuando compramos uno, sea cachorro o no, tenemos que llevarlo al veterinario para saber si está sano o tiene algún problema. Así mismo tenemos que hacerle la tarjeta médica (veterinaria) para que tenga «los papeles en regla».
La última vez que fuí al veterinario fue hace unos cuantos años, con mi cachorro (que desgraciadamente ya no está conmigo). En esa época (y no creo que haya cambiado mucho) se les vacuna al mes y medio, a los 3 meses, a los 6 meses (la rabia) y al año (repetición de la rabia por si acaso). De hecho tengo que llevar a Inuki al veterinario y espero que esa sea más o menos la distribución de las vacunas.
Esas vacunas no deberíamos perderlas, es algo que tenemos que llevar en serio porque protegen a nuestros animales de males mayores que pueden, incluso, acabar con la vida del animal.
